lunes, junio 04, 2012

La nueva gerusía


La nueva consigna: 8 años, no más

Escuchamos a menudo que nuestra clase gobernante llevan un tiempo más que prudente en sus cargos de representatividad, nos referimos a Senadores, Diputados, Alcaldes y Concejales o en los miles de cargos del anquilosado sector público de esos con sueldos “reguleques”.

Primer Congreso Nacional, Nicanor González Méndez (1864 - 1934)
Pronto se transparentará la batalla presidencial, pero tras bambalinas, existen dos soterradas pugnas, las parlamentarias, que en efecto, deben renovar el total de los 120 Diputados y 20 de los  38 Senadores.
En un rápido examen, veremos que a la fecha de hoy, el promedio de edad de los 20 Senadores cuyos cargos representativos se renovarán, es de 60 años, cuando la exigencia constitucional para ser elegido es tener 35 años, por su parte, los 120 cargos de Diputados a renovar, el promedio de edad de los actuales representantes es de 52 años, cuando el mínimo para postular es de 21.

En cuanto a los años en que los parlamentarios han tenido el honor de representarnos en el congreso, de los 20 Senadores a renovarse, 6 de ellos cumplirán 16 o más años (2 períodos o más) sólo como Senadores, a saber: el RN Carlos Cantero (55), el UDI Jovino Novoa (67) y los DC Jorge Pizarro (60), Hosaín Sabag (75), Mariano Ruiz-Esquide (82) y Eduardo Frei (70).

Por otro lado, los Diputados que cumplen 16 años o más (3 períodos o más) como legisladores de la Cámara, son 21 de los 120. Para no extendernos, diremos que estos 21 honorables promedian 20 años como Diputados y los 63 años de edad, donde habrían 7 UDI, 4 RN, 5 DC, 3 PPD y 2 PS –donde uno de ellos hoy es del MAS.

¿Será esta la razón por la que Enríquez-Ominami acuñó la idea de jubilar a muchos políticos?

Bueno, en justicia diremos que la UDI, el partido que más Diputados posee, 16 de ellos (40/120) cumplirá su primer período para la próxima elección, promediando ellos 44 años de edad.

En otro sentido, reconocemos en los parlamentarios “la” clase política por excelencia, así,  muchos antes de llegar al Parlamento han sido Alcaldes, Concejales, o ejecutivos del gobierno de turno.

Como sabemos, 14 de nuestros 20 Senadores, seguramente, intentarán su primera re-elección (incluimos a los 4 nuevos designados), aunque desde una mirada completa, estos 20 parlamentarios en su conjunto promedian 16 años de congresistas y 21 años como Servidores Públicos (además fueron Alcaldes, Concejales, Directivos Públicos, Diplomáticos, etc.)

Así, los Senadores que cumplirán más de 30 años en la política de primera línea para la reelección, nos encontramos nuevamente con Carlos Canteros, Hosaín Sabag, Mariano Ruiz-Esquide e ingresa a este selecto grupo el UDI Víctor Pérez (57)

En la misma línea, los Diputados con más de 20 años en la Cámara para la próxima elección son nada más que 12, sin embargo, si nos fijamos en la cantidad de años de Servicio Público en primera línea (habiendo sido anteriormente Alcaldes, Concejales, Directivos Públicos, etc.), sin importar cuántos años lleva en la cámara, la cifra será menor.

En efecto, los Diputados que poseen más de 30 años al servicio de los chilenos más allá de sus períodos en el Parlamento son sólo 6, los Honorables DC Eduardo Cerda (79),  2 RN: Alberto Cardemil (66) y Germán Verdugo (63) y 3 UDI: María Angélica Cristi(70), Iván Moreira (55) y Joel Rosales (57).

Como se puede observar, a grandes líneas, la clase política no parece ser tan longeva ni llevar tantos años en su conjunto en el parlamento, sin embargo, la cantidad de escaños en el Congreso no aumentan dinámicamente, por lo que existe una sensación de que todas y todos llevan mucho tiempo allí.

No obstante lo anterior, sería prudente establecer un límite a la reelección de los cargos de representación popular, sólo aumentar el número de parlamentarios no parece ser adecuado como para generar una disposición favorable para que los partidos políticos u otras organizaciones trabajen en procesos de formación continua que permitan obtener una “cantera” y mayor participación de la ciudadanía joven en el conjunto del proceso político.

Ocho años -2 períodos seguidos como Diputados, Alcaldes o Concejales o, un período de Senador- parecen ser suficientes y razonables  para ostentar un cargo de representación popular; seguramente los parlamentarios en ejercicio se negarán a legislar o apoyar una medida que tienda a disminuir sus tiempos.

En contraposición, un ciudadano inteligente que comparta esta visión, debería analizar la oferta política y decidir por aquellas que entreguen espacios de renovación, pues estas garantizan un sistema político sano, vale decir, no votar por quienes cumplan más de 8 años en sus respectivos cargos, pensando así en activar y mejorar la cadena de trabajo que le permita imprimir mayor dinamismo y competencia en el sistema político de lo que existe en la actualidad.  

Como hemos dicho, el partido político con más parlamentarios, la UDI, parece haber comprendido esto y ha ganado terreno en cuanto a su representatividad, quizás no porque su ideología política sea la que represente a los chilenos -ejemplo de ello es el bajo respaldo al gobierno o el alto apoyo a demandas sociales que van en opuesta dirección al pensamiento político de este partido-, sino que simplemente han ampliado su oferta electoral, desmarcándose de la inamovilidad que si presentan los otros partidos, promoviendo una oferta fresca y joven, que les ha permitido ganar territorios consolidados y antes vetados.

Cualquier organización, desde una deportiva hasta la netamente política, sabe que su existencia y conservación se encuentran ligada al desarrollo de cuadros de formación, pero para que estos procesos sean exitosos, deben, inexcusablemente, otorgarse los espacios necesarios para que estos desarrollen sus potencialidades y participen efectivamente, dotando al sistema de un futuro real, participativo e inclusivo.

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