miércoles, enero 09, 2008

hasta que mi madre nos separe

Una completamente inesperada llamada, algo trémula o quizás indecisa, pero alegre voz invitándome a compartir de una tarde al aire libre, cultura veraniega bajo los árboles.

Se trataba de una actividad promovida por la I. Municipalidad de Povidencia, muy buena producción, buen montaje, buen audio (aunque la tecnología no fue controlada oportunamente en algunas ocasiones).

La obra: “Hasta que tu madre nos separe”, de Patricio Villalobos, una historia que nos hace reblandecer la trayectoria de la tradición machista, latina por excelencia, basada en el desarrollo de una familia de clase media, ambientada en una época rauda y compleja como es la actual, en una simple habitación de una casa de veraneo de alguna parte de nuestra extensa costa.

Esta fue una historia normal, exacerbada por una correcta caracterización de Romeo Singer, Gabriela Medina y Alejandra Espinosa, que nos hace viajar a la idiosincrasia de la familia pujante de clase media acomodada, muy recomendable para tomar en serio el ocio.

Me reí mucho durante la obra, agradable fue también ver la faz gozosa de quien me invitara y en la conversación final, sobre una terraza, degustando una sabrosa tapa castellana y una valdiviana bebida, concordamos no solo con una buena puesta en escena, si no que, desde luego, los diálogos duros, precisos, comunicadores y familiares, estaban muy bien pensados.

Una muy agradable velada que sabemos se volverá a reiterar, y a la que espero que mis amigos que compartan ciertas aficiones, nos puedan acompañar

Punto a parte fue la desconexión que logré generar, claro, luego tenía trece llamados perdidos, que no contesté hasta el día siguiente, eso, a pesar del nerviosismo de mi círculo por los anunciados cambios de gabinete.

1 comentario:

LA FLIES dijo...

Siempre es bueno desconectarse de la rutina, sobre todo cuando estas en buena compañia!!!!....
la flies