martes, octubre 30, 2007

Mini Vacaciones

Algo de merecido descanso y reencuentro familiar (Fotos)

Bueno, aprovechando una ventana que se abrió este mes, me arranqué de la oficina y me tomé 6 de los 30 días de vacaciones que tengo.

Por que en verdad, no me tomaba un descanso serio desde hace tres años.

Dada la poca preparación de esta salida, que se gestó en menos de 48 horas, recurrí a varios amigos para intentar encontrar un lugar placentero.

Fue así como mi estimado amigo MV me consiguió unos departamentos casi a elección, en Viña del Mar, Valparaíso y Papudo, todas en la Región de Valparaíso.

Los valores de todas eran muy asequibles, Viña estaba de lujo, pero ese era de lunes a jueves, Valparaíso era un completo misterio y Papudo, algo lejos y solitario en esta fecha.

Decidí tomar Viña y Valparaíso, comenzando así el periplo cuyo objetivo principal era descansar, leer y pasar de todo -léase limpiar el alma -(salvo que el jueves tenía que regresar igualmente por una reunión, qué asco, pero en fin, para esos nos pagan)

Viña del Mar estuvo de lujo, el departamento bastante amplio, ubicado en un sector que conozco bien, en la Av. San Martín, con una vista privilegiada al mar y buenas terrazas que me permitían leer hasta altas horas de la madrugada, acompañado siempre por una buena bebida espirituosa.

Así los días transcurrieron entre buenos almuerzos a la carta, largas caminatas (en efecto un buen rally: Enjoy/Casino hasta sector 4 de Reñaca, ida y vuelta), espectaculares puestas de sol, mucha cerveza (no conciliaba tanto desde mi época universitaria), sol, arena y música en vivo por las noches en el clásico 4 Norte.

Fueron días de introspección, de relajo, mucha lectura (es que tenia un libraco que me compré y aún no comenzaba a leer, la Biografía de Wiston Churchill) y descanso al por mayor.

Así transcurrieron los días lunes martes y miércoles, salvo por que el jueves me levanté temprano y volví a santiago.

Ya en la tarde del día jueves, de regreso me mudé a Valparaíso, a un amplio departamento, pero este se encontraba en un sector céntrico de la ciudad, por lo que se convirtió, a los 5 minutos en una situación incómoda e inaceptable para realizar un descanso.

Afortunadamente, uno de los días anteriores, paseando por Con-Con, se me ocurrió visitar a unos primos que no veía hace mucho tiempo y que viven en esa comuna, aunque no se encontraban, ese día jueves se contactaron conmigo y me preguntaron si quería pasar unos días allí. Suerte la mía, pasé de un lugar no muy cómodo, a la casa de mis tíos: mucho cariño, conversación y abundantes exquisiteces.

Cierto es que no veía a mis primos desde hacía mucho tiempo, principalmente producto del trabajo de mi Tío, por lo que han debido vivir prácticamente toda la vida fuera de Santiago: Calama, Punta Arenas, y Viña del Mar.

Alegría la mía ver que mis primos pequeños: Carlitos y Alberto (Dino) están gigantes, inteligentes y se ven muy bien. La Claudia guapa como siempre y feliz por la aprobación de su Licenciatura, seguro que será una excelente Abogada; punto a parte es Manolito, buen muchacho, nada que decir más que buena onda.

Extraordinariamente afable y cariñosa, mi tía Hilde fue la que dio el pase para la invitación, con ella quedé gratamente sorprendido, ya que al igual que a los “niños” no le veía hace mucho tiempo. También coincidí con el Tío “Chachi” quien les visita incansablemente todos los fines de semana.

Bueno, 3 días en Viña del Mar, bohemia y reflexión; un día ecléctico en Valparaíso (concilió sol en Reñaca y noche en Viña) y arribo por 4 días a Bosques de Monte Mar en Con Con: “visitas guiadas” a Valparaíso, conversaciones interminables, piscina, recorridos por el borde costero escuchando la nueva adquisición de Divididos (vivo acá) con un nada pretencioso ¿Qué ves?

Reconozco que fui flojo, sólo saque unas fotos de una puesta de sol y una final, la noche del lunes que me venía, junto a la familia. (pinche AQUI para ver las fotos)

Un placer el reencuentro, me dio mucho gusto poder dialogar con mis primos que ya son grandes y “pensantes”, caminar por el cerro Alegre y beber esas desgastadas cervezas porteñas en el Terry con Claudita y Dino escuchando sus historias por Inglaterra, comer helado en el Enjoy con una delicada vista al mar y a las gitanas; conversar sobre sociedad con Carlitos y escucharlo sobre sus inquietudes académicas y de los problemas de criar un Terrier Bull blanco mientras me paseaba por Con-Con junto a su homónimo y progenitor.

Punto aparte fue la pasada por el restaurante Calipso, una delicia y todo un espectáculo ver las gaviotas atrapando pan que les lanzaban por el balcón donde almorcé.

Finalmente el balance es que a pesar de sentir que fue un error no tomarme más días (10 a lo menos) la agenda estuvo equilibrada y surtió efectos en mi cuerpo y mente; el ver el mar y sentir su húmeda brisa y sonidos inclementes; despejar mi mente a través de la lectura o bien contemplando el horizonte; caminando por las playas, cerros y borde costero me permitieron lograr un merecido relajo.

OK, está claro que no saqué muchas fotografías, pero eso es un buen indicativo que la idea era descansar de todo, los recuerdos y las imágenes y recuerdos quedarán en mi memoria.

5 comentarios:

Marcel Goic dijo...

Bien! Yo necesito de esas vacaciones (no he podido tomarme unas serias hace unos 5 años)...

Unknown dijo...

bueno, como ves, serias serias no se pueden considerar, pero pucha que sirven, un abrazo

Anónimo dijo...

Fue interesante reencontrarse con un miembro de la familia que creia perdido. Lamentablemente no aproveché bien el tiempo por estar convalenciente y un poco flojo. Pero bueno, nos vemos en otro momento.

Unknown dijo...

Realmente un gusto haberte tenido por aca primo, ojalá se repita, pq en verdad se hizo muy corto el tiempo.

Muchos besos (gordos y apretados)

Anónimo dijo...

Si fueras escrito con gusto devoraría tu libros, es tan fácil sentir que se esta ahí cuando leo tus narraciones... Ojalá tus próximas vacaciones no tarden tanto en llegar.
Cariños, Jeileen